Aprovecharemos el jugo o las salsas del asado para pasar un poco de costilla de cerdo hasta que se dore. Si lo que queremos es añadirle un pequeño sofrito, reservaremos la costilla y lo haremos a continuación.
Recordad aquello de las medidas: «Más del doble del espacio de líquido que de arroz». Cuando el arroz esté a medio cocer, lo probaremos y, si hace falta, lo corregiremos de sal. Como ya sabéis, en el inicio de la cocción tiene que ser fuerte y después suave. Antes de servir el arroz, lo dejaremos reposar un rato. También podemos darle un último toque en el horno, pero cada cual lo hace como quiere. También podemos añadirle una picada de ajo y perejil en el momento en que ponemos el agua, pero todo esto ya es cuestión de gustos.