Creemos que no hace falta que os digamos que para esta propuesta sólo tenéis que aprovechar la carne del pescado. Quizás en alguna otra receta se aprovecha la espina; en esta, no.
Picaremos la carne muy pequeña. Le añadiremos miga de pan remojada con leche, un poco de mantequilla, pimienta, yemas de huevo (según la cantidad de pescado) y las claras batidas.
Dividiremos la mezcla en partes iguales y haremos bolitas pequeñas. A continuación, las pasaremos por harina, huevo batido y, finalmente, por pan rallado. Después, las herviremos en agua salada.
Estas albóndigas nos servirán de acompañamiento para caldos. Si las hacemos de carne, tendremos que freírlas con aceite.